Reflexiones de Madrugada

Acá yo, y mis ganas de escribir en las madrugadas antes de dar exámenes (como que ya lo había dejado de lado, pero bueeeeno, creo que nunca perderé esa mágica costumbre), acá yo, habiendo tenido la fuerza de levantarme a prepararme un café en vez que seguir durmiendo. Acá yo, pensando solo en leer y estudiar, solo para no pensar en lo que de verdad me esta doliendo. 

Jenny and The Mexicats de fondo y solo me pregunto ¿por qué ha sido tan dura esta semana? Qué difícil ha sido... Quiero irme contigo a España chata, solo vivir ahí, lejos de todo, cerca de ti y perder mi tiempo como Dios manda, rodeándome de cultura, vida y gente, literalmente, nueva, como para desintoxicarme. Quiero que no estemos en exámenes, Mari, para poder vernos casi todos los días y solo hablar durante horas de la vida y el amor, y la vida y el amor de nuevo, todo para llegar a las mismas conclusiones de siempre; pero nunca nos aburriremos de hacerlo. Quiero poder hacer lo que me dijo el Padre el domingo pasado, y perdonarme por todo. Quiero estar bien y sentirme bien. Como me apena que no estés cerca como antes, pero si tu estas bien, yo también lo estoy, algún día voy a hacer que las cosas se solucionen, no te preocupes, primero déjame curarme y encontrarme, no quiero dejar pasar tanto tiempo, eso lo prometo. 

Es ahora cuando aprecias demasiado a los de al lado, a los que siempre han estado y estarán, sin importarles tu patética necesidad antisocial y despreocupado (desinteresado, caería mejor) carácter. Qué solo hace que camines sin mirar a los lados, sin pensar, sin interiorizar. Pues ya no más, estos días demasiado duros han servido parar darme cuenta de eso, que no está mal pensar, sino sobrepensar; ni acariciar, sino forzar. Gritar y hablar si tu corazón te dice que lo hagas, pedir perdón cuando cometes un involuntario error, esperar con paciencia si la persona que viene al frente vale la pena, y su sexy silueta a lo lejos te marca un sonrisa jajaja. 

Sinceramente, te recomendaría que puedas huir a tiempo, ya cambiando un poco más de tema. ¡Huye, huye, huye! Corre con toda tu alma como si un violador viniera atrás tuyo, no mires atrás, porque te va convertir en piedra y ahí si vas a estar perdida... o mejor no, solo púdrete y resígnate, a todas nos tienen que golpear en algún momento, pero prepárate ah que la caída es bien fea y hasta náuseas te va a provocar. ¡Uy, si yo pudiera contarte! Pero no, jódete (Menos mal que una vez dije que las mujeres deberíamos unirnos, ¡menos mal! jajaja), al final agradecerás por todo lo que aprendiste. Pobre...

Me encanta escribir así, en desorden, lo que se me de la gana, sabiendo que a esta hora jamás nadie lo leerá, o tal vez sí, ¿Quien sabe? Eso es lo bonito de la vida, nunca sabes lo que va a pasar, nunca sabes lo que va a venir, o quien va a venir. O que un deporte podría salvarte la vida, a parte de tus ganas de ser un puto granjero feliz. Todo lo que pasa, sobretodo lo malo, solo te hundes... O quieres hundirte, pero por inercia te levantas (a prepararte un café en este caso) y quieres volar "Pero, Andrea, los humanos no volamos" - Bueno, entonces camina feliz, hacía tu casa, hacía la vida, hacía cualquier lugar que te enseñe algo, hacía cualquier camino que te ayude a crecer. Déjate de huevadas, y llantos y quejas y drama y rencor y peleas y angustias y lucha, solo lucha, 'porque nadie lo hará por ti' (Sí, ese refrán tan manoseado, es verdad). 

La verdad es que ya ni me importa lo que pienses. Lo único que haces es decepcionar y agotar y cansar y aburrir y colapsar y explotar y las y'es serían infinitas si continúo. No tienes la más mínima capacidad de ponerte en los zapatos del otro, si nunca lo has hecho cuando según tu eras "una versión mejorada de ti" (Qué buen cuento ah), mucho menos lo harías ahora. Qué ridícula yo considerar siquiera la idea de que pensarías en mí en consideración a todo este tiempo. Eres rápido, fugaz, una carcajada andante, un chiste corto que hace un Comediante de La Noche, infalible. Risa segura, público contento, ahí tienes tu show. Ojalá el canal no corte el programa. Y cuando digo no me importa, es "no me importa de verdad", como podrás darte cuenta. No me importa, no existes, eres humo de cigarro que ya dejé de fumar, café que ya terminé de tomar (ya desperté, al fin desperté), terapia que psiquiatra nunca va a poder finalizar, programa cultural que jamás va a funcionar en horario estelar, algo como sin esperanzas... Si tuviera la valentía que tenia Kahlo, esto solo sería el principio de todo lo que podría escribir sobre ti. Serías un bestseller sin duda. O tal vez, yo también lo sería ¿no? ...No, yo soy aburrida, insistente, una ladilla que habla sin parar e insoportable cuando empieza su discurso de "solo te estoy diciendo lo que siento", jajaja ¡Ay, como nos falta madurar! Pero si sabes la diferencia entre los dos ¿no? No hay necesidad de escribirla (te la digo entre paréntesis; no mejor no) no hay mucho más que decir. Rayos.

Que liberadora es esta huevada. Gracias por la música tan hermosa, fue de lo mejor que me diste. Gracias por el rugby, ahora es de lo mejor que tengo. Gracias por esos mililitros de tinta que gastaste en tu pecho, ojalá logres el de tu abuelo. Gracias por ser tan duro, eso me hizo tener más lineas de defensa (ya que estamos estudiando infecciosas). Gracias por enseñarme lo hermosa que es tu cultura, pero solo en ciertos aspectos. Gracias por vestirte bien, jamás hubiera volteado la mirada siquiera. Gracias por que al fin y al cabo te mostraste como eres, tal vez y no debí creer todo lo que me decías en esa primera semana que fuimos "amigos". Y gracias por enseñarme a darme cuenta que puedo ser la mejor del mundo. No necesito a nadie para pasar la página, como tu... comprenderás. Solo me necesito a mi. 

Acá no hay Princesa que salvar, ni Mario Bros.
No hay triángulos, ni ovejas verdes.
No hay más Mikes Wazowskis,
ni cabañas al frente de un lago. 
No hay más City Love.
No más cartas vacías,
ni vacas compartidas, o alpacas.
Se cerro la fábrica que producía "amor".
Lo único que hay es nada.

Por más lleno de amores fugaces (o permanentes) que estés, nunca vas a tener uno tan honesto. Por más lleno de besos, abrazos y risas, que hasta quieras vomitar de tanto que tienes. Por más Tries que algún día logres. Así es mi amigo.


Ya tengo sueño.