lunes, 4 de mayo de 2009

Es raro.

Hace varias semanas atrás vengo diciendo la misma frase cada vez que se me presenta la ocasión de molestar (es una manera de decirlo, mi intención en realidad no es “molestar” a nadie…es complicado, ya lo intentaré explicar luego) a los demás…para ser más exacta; a las personas que tengo más cerca. Tal vez lo haga como cierta forma de protección, de cuidado, de preocupación hacia ellos…o eso es lo que me gustaría pensar, y es lo que hago. Pero, por otro lado, no puedo negar que existe cierta posibilidad que me impulsa pensar que quizá es totalmente lo contrario, y que esa frase que sale de mi boca cada vez que hablamos del tema, sea porque no quiero que nadie lo encuentre, egoismo? no, maldadad? tampoco. Miedo? eso podría ser, miedo a no llegar nunca a lo que los demás llegan, a alcanzarlo, a ENCONTRARLO, o miedo a que las personas que quiero no lo hagan tampoco. Es por eso que digo que la palabra correcta no es “molestar”, creo que ni siquiera existe una palabra correcta…es solo el hecho de no dejar que pase nunca, de no darle una oportunidad más, de dejarlo demostrarme que vale la pena…

Creo que la mayoría de personas que me conocen en realidad saben que la número uno en expresar lo que siento no soy yo, ni mucho menos me gano el segundo lugar o algún espacio entre los diez primeros, simplemente porque no nací para eso, porque a veces prefiero no pensar en lo que me molesta o por el contrario muestro demasiado como me siento con mi actitud o mis respuestas…pero nunca dejo que de mis frases salga exactamente lo que siento, no termino de contar jamás algo, a nadie, y hasta ahora no pienso hacerlo. Al final, creo que a nadie le importa verdaderamente como están los demás, cada uno de nosotros vivimos tan metidos en nuestros problemas y enredos, que los problemas de los demás son únicamente para el momento en que te los comparten, y luego desaparecen tan rápido como llegaron, porque simplemente no son tuyos, no te pertenecen, no los vives…no te importan. La única manera de que te lleguen a afectar es cuando la persona dueña de ellos es parte de ti también, por tanto; sus problemas también lo son. La insuperable idea de compromiso con alguien más es la que nos lleva a esto, y por esto es que repito eso cada vez que puedo, porque no puede existir conexión tan fuerte con alguien más, porque al final las cosas terminan y con el único ser que cuentas al final de todo es contigo mismo y creo firmemente que con absolutamente nadie más, el tiempo, la distancia, las dudas, las desconfianza, pero sobretodo: las mentiras, son las cinco cosas a las que les tengo que agradecer mi repetida frase por lo menos una vez al día (así sea a mi misma o alguien más), son las que rompen con tanta facilidad, como cuando un hielo se derrite en un vaso de coca coca (justamente el que tengo al costado), todas las ideas que se tienen sobre el, y no solo ideas, se podrían decir ilusiones…que como precisamente se definen, no son más que eso, y nunca reales.

A esta altura no se si quieran leer esas cuatro palabras que tanto repito. En realidad eso no importa, lo único que importa es lo que se siente, nada más. Al final creo que cada uno tiene su propia definición sobre el, su propia idea, cada uno se basa en lo que ha vivido, y según lo (poco) que a mi me a tocado, hace varias semanas atrás vengo diciendo la misma frase cada vez que se me presenta la ocasión…El amor no existe.

3 comentarios:

  1. yo tambien me la paso repitiendo esa frase
    de verdad solo nos tenemos a nosotros mismos

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  2. Se q t parecera raro q yo t lo diga, pero si existe... no solo d la forma q tu esperas, y es todo cuestion d tiempo ,xq llega cuando debe llegar

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