martes, 27 de enero de 2015

Lecciones después de un robo

Hoy he aprendido muchas cosas. Esa huevada de "siempre saca algo bueno de lo malo" que te dicen, eso es lo primero que aprendí hoy. Me robaron hoy, y nunca pensé afirmar que no fue del todo malo... Siempre había sido la pava que le sacaban la billetera o el celular en el micro camino a la Agraria o de regreso a mi casa. Nunca había tenido que enfrentar el trauma de que un par de perdedores, me insulten y dejen moretones en el brazo frente al miedo y nula reacción de la gente espectadora. Nunca le había visto la cara a mis agresores, nunca había tenido la oportunidad de exclamarles por mis documentos en un intento desesperado de recuperar lo que más deseaba conservar. Luego del obvio caso omiso que recibí y ganarme en cambio, más insultos y jalones; luego del llanto, la cólera, la impotencia, la frustración... Te haces varias preguntas (después de una siesta entre lágrimas) como el típico "¿Por qué a mi?" e intentas entender el porqué de lo sucedido dándole cualquier explicación que suene lógica. No estoy pagando nada, nadie se merece que le saquen las cosas así, sobretodo de una manera tan violenta. No por el dinero, los documentos, o el sentimiento que representa tu billetera. Por ti, como humano, sensible, que se ha ganado lo que tiene a pulso, estudiando como salvaje para terminar su carrera y ser alguien. Por eso duele, porque verdaderamente, NO TE LO MERECES.

Pero la vida, y el azar del destino hacen que atravieses estos momentos para enseñarte. Yo lo llegué a ver así... Me di cuenta que la gente es un mierda, qué pena que seamos tan egoístas y solo vivamos mirando hacía al frente. Qué estoy sola conmigo misma y ya. No cuentas con nadie más que contigo, tienes que calmarte, respirar y apoyarte a ti mismo porque nadie lo va a hacer por ti. A veces crees que en este tipo de situaciones inusuales, en donde no sabes si va a ser el último día de tu vida, crees que vas a recibir apoyo de alguien o algunos a los que aprecias mucho pero te chocas contra la pared solo para recibir... Nada. Por eso digo, no hay como el ser que más te ama en el mundo: Tu papá. Un abrazo. Oírlo decirte que "todo va a estar bien" es la verdad más clara que vas a escuchar. Que no le importa nada, solo que tu dolor no pase de un moretón en el brazo, porque nadie tiene el derecho de quebrarte de esa forma. Y no, no lo lograron. Por dios, peores cosas he vivido como para que un par de subnormales vengan a quebrarme.

Agradezco tener amigas, a mis papás. Estoy tranquila. He aprendido. Me dí cuenta también que a pesar del ataque de nervios, soy muy fuerte. Lloro, no de temor, sino de pena. Voy a extrañar lo que significaba lo que perdí hoy. Voy a mandarme tremendas colasas para recuperar todos mis documentos. Voy a pagar más en el micro jaja. Voy a tener que ajustarme un culo económicamente este mes (motivo para caminar más y comer menos). Olvídate de ahorrar para pagar tus deudas, Andreita. Pero todo debe ser por algo. Nunca he creído en eso, pero la maldita vida me sigue demostrando lo contrario. 

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