jueves, 11 de agosto de 2011

Ve, reacciona

Se sentó, sola
la gente gritaba y levantaba vasos llenos de alcohol
Miraba como iban y venían.
Esperó diez minutos, se paró
buscó la casaca
y se fue.

Se sentía más cómoda en su cama
al frente, un televisor.
al costado, el ipod
Eso la hacia feliz.
(lo material momentáneo)

1:24 de la tarde, la cama la expulsaba..
ya no la aguantaba más.
Se levantó bruscamente,
practicamente saltando de ella,
y ya no había más felicidad alrededor.
Veía el televisor, escuchaba la música,
pero nada en su interior.
Mala señal.
¿Que cosa quería hacer? Nada
¿Que deberes tenía que cumplir? Ninguno en especial
¿Que plan tenia para la noche del viernes? No había plan
¿A quien tenía que llamar? Nadie
Pero nada de eso la preocupó,
la siguiente pregunta que se chocó con ella fue:
¿Que la motivaba a seguir?
Demoró en contestarse, tenía miedo de no tener la respuesta perfecta (o por lo menos correcta)
Después apareció: ¿Que sueño tienes? (y no sabía ni que escribir en este paréntesis)

Hay que trabajar para encontrarlos, le digo..
¿Por qué?, responde confundida
Bueno.. si no tienes motivaciones o sueños, tienes que trabajar por ellos, le trato de hacer entender comprensivamente
Pero, ¿que hay que buscar si siempre los he tenido?, que ahora tenga algún tipo de amnesia parcial no significa que no existan, me refuta con respeto
Cuando los recuerde, serás la primera en conocerlos, continúa su explicación, No, es más, no hay nada que recordar, solo tengo que concentrarme en no desviarme de ellos, y sus gestos de aliento en el rostro me hacen sentir más aliviada.

Entonces, ve por ellos.

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