jueves, 31 de julio de 2014

Y, sí :).

Las lágrimas aún no habían ni terminado de caer, de secar. 
Aún se sentían saladas en las mejillas. 
Las mañanas seguían siendo frías, duras, dolorosas. 
Los atardeceres sin ti no tenían ni color.
Pero sabía que estaba en lo correcto. 
Que la decisión más difícil es la que siempre gana.

Te fuiste, ya hace mucho lo habías hecho en realidad. 

Y ahora todo era tan inverosímil, como si nunca hubiera pasado. 
Te fuiste, cuando más te necesitaba.
Y ahora empezaba a vivir sin esa necesidad de darte todo.
Te fuiste, tan frío como siempre.
Y ahora, tu invierno se iba alejando contigo. 

Te fuiste, pero sabes que fue real.

(Y eso no se va a ir nunca).
Tal vez lo más real que has tenido. 
Shame on you, babe. 

Ahora decimos adiós

(Gracias a Dios),
aunque debimos hacerlo hace tiempo. 
Tal vez la costumbre, tal vez la rutina. 
Tal vez la comodidad de nuestras almas. 
Tal vez la conexión. 
Pero ningún 'tal vez' es por completo cierto. 
Los dos sabemos eso.

El frío de Lurín me da paz.

No quería irme sin que leyeras esto.
Sin que supieras que ni un segundo mentí,
y cuando la cagué fue con el corazón en la mano, 
pidiéndote que comprendas.

El primer amor no se olvida, 

pero sí se deja ir. 
Hay cosas que no tienen arreglo,
y ahora me doy cuenta (recién ahora)
de porqué no funcionó.

Y eso me pone muy feliz.

(Te quiero). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario